Volver a empezar
Muchas personas creen que mi vida es perfecta, que yo soy perfecto, que nunca me equivoco, que todo lo hago bien, que yo siempre tengo la razón. Pero no, eso no es cierto, soy un ser humano, al igual que todos, con aciertos y fracasos.
Como todo ser humano, he cometido errores, algunos más graves que otros, que me han llevado a replantearme sobre lo que estoy haciendo y sobre la manera en la que lo estoy haciendo. He hecho cosas de las cuales me arrepiento profundamente, he dañado a personas, he perdido amigos, he tomado decisiones que me han afectado y también he sentido que camino como lo hacen los cangrejos (hacia atrás en lugar de ir hacia delante).
También he dudado, de mí y de las decisiones que tomo; también tengo miedo y también me reprocho por las veces que me he caído.
Sin embargo, con el tiempo, he aprendido que caerse es normal y que lo que no es normal es quedarse en el suelo y lamentarse toda la vida por la caída. Siempre hay que volver a levantarnos, sin importar lo fuerte que haya sido el golpe y en muchas ocasiones, levantarse implicará volver a empezar.
¿Cuántas veces se vale volver a empezar?
Es una pregunta que me he hecho cientos de veces. Si analizo mi vida con detalle, puedo identificar al menos 10 veces, que por diferentes motivos tuve que volver a empezar y estoy seguro que en lo que queda de ella, tendré que volverlo a hacer otras tantas.
La vida me ha dado muchas oportunidades, algunas las he aprovechado al máximo y otras quizás no tanto. Estoy seguro que todas han sido por algo, que algo tenía que aprender y que principalmente las caídas, me han permitido ser la persona que hoy soy. Así es que en lugar de lamentarme, lo tomo con valentía, aprendo la lección y me levanto con energía para iniciar lo que podríamos llamar “una nueva vida”.
Ilse Merel, de la revista digital Estilo Pura Vida nos dice que existen tres pasos para volver a empezar una nueva vida desde cero:
Evalúa tu situación actual:
Consiste en hacer una reflexión diaria de lo acontecido durante del día, de identificar aquellos momentos en los que te sentiste feliz, en los que te sentiste orgulloso y en los que te sentiste que algo quedaste a deber.
Contéstate las siguientes preguntas: ¿cómo te sientes?, ¿qué está funcionando?, ¿qué no funciona?, ¿qué has hecho bien y debes continuar haciendo?, ¿qué has hecho mal y debes cambiar?, ¿cuáles son tus fortalezas?, ¿de qué te sientes orgulloso?
Decide a dónde vas:
Decídete a buscar algo nuevo, que te motive, que te impulse a ser mejor. Traza un punto en el mapa de tu vida que identifique el lugar al que quieres llegar. Mientras más claro, será mejor. Visualízate estando ya ahí, imagina cómo sería tu vida cuando logres alcanzar esa meta.
Traza un plan de acción:
El deseo de llegar él y el hecho de visualizarte ahí, te permitirá generar la energía necesaria para tomar el siguiente paso: la acción. Establece un camino que te lleve del punto en el que te encuentras al punto al que quieres llegar.
Por supuesto que habrá obstáculos, pero esos son parte del camino y librarlos es lo que hará que alcanzar tus sueños, se vuelva retador y divertido. Así que no te espantes, toma el control de tu vida y no te detengas, hasta llegar al punto que tanto deseas.
Al final me doy cuenta, que no importa la cantidad de oportunidades que la vida me dé, lo verdaderamente importante es levantarse las veces que sea necesario y seguir caminando.
Esto es lo que yo llamo EBOLUZION…
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Moviendo y Transformando Organizaciones ®
Javier Aldana Galán
EBOLUZIO ®